jueves, 16 de abril de 2015

Cuento escrito por Ada Luz

En el marco de la lectura del cuadernillo dedicado a Silvina Ocampo, se propuso a los alumnos la escritura a partir de acciones concretas. Estas acciones, fueron acordadas, luego de ver un documental sobre la autora, en donde se analizaban distintos recursos que utilizaba para generar la particularidad de sus relatos. 

Juego a la escondida

                 A veces me aburría en mi casa, subía y bajaba por las escaleras de madera blancas, yo quería jugar con Victoria a los pobres, pero, me aburría, me gustaba mucho jugar al escondite, pero Victoria siempre estaba ocupada, no le interesaba jugar. Sí,  yo era la menor de todas,  mi papá está en el negocio, mi mamá estaba con mis hermanas más grandes y yo sola.
Me acosté en mi cama mirando la pared, tenía un color muy lindo como, marrón oscuro y en la sala un bordo intenso, mi casa se llamaba  “Villa Ocampo”. Victoria se asomó a la puerta. Saltando y gritando dijo: -Juguemos-. Ella contaba, me escondí en el armario, era obvio que no revisaría  ahí porque estaba el saco sucio de la niñera.
      Bueno, yo sabía que no revisaría el armario y no lo revisó. Me quedé un día, no podía ver nada sólo en la cerradura de la puerta vi la falda de la niñera, quiso sacar su saco de lana todo destejido. Un hilo de lana se movía mientras la niñera seguía tirando y tirando, el hilo se subió por mi vestido rosado hasta el cuello, trataba de decirle a la niñera que me ahogaría.  Victoria me siguió buscando pero, ya no me encontraría porque caí al suelo con fuerza, Victoria oyó y llegó,  me vio en el piso, la niñera miraba a Victoria gritaba con furia: –Es un juego, es un juego-

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